En el siguiente reportaje, analizamos el peso que tienen los profesionales cualificados en el ámbito de la franquicia y su importancia a la hora de alcanzar el éxito empresarial.
Emprender un proyecto empresarial es un reto que requiere tener en cuenta muchos factores, especialmente los que están relacionados con las circunstancias y características de cada emprendedor. Según el informe del Observatorio del Emprendimiento de España 2021 – 2022 (conocido también como RED GEM España), actualmente la tasa de actividad emprendedora (TEA) es del 5,2%.
Sin embargo, a pesar de que el emprendimiento está en auge, lo cierto es que existe un alto porcentaje de miedo al fracaso que frena el desarrollo de estos negocios. Concretamente, un 42% de quienes deciden emprender se sienten amenazados por ello y el 61% de los que no emprenden no lo hacen precisamente por este motivo. En este sentido, es posible encontrar vías de emprendimiento que aporten una mayor seguridad a los nuevos proyectos empresariales, así como la ayuda de otros factores que sin duda pueden suponer un gran apoyo.
Teniendo en cuenta que el miedo es el principal motivo por el cual emprender es una decisión difícil, es importante saber que hay alternativas para no hacerlo en solitario y que pueden guiar al emprendedor por el camino del éxito, evitando errores comunes entre quienes nunca han tenido su propio negocio. Con lo cual, la mejor opción para empezar un negocio desde cero es optar por la franquicia. Aunque se trate de una experiencia totalmente desconocida para el emprendedor, la franquicia le puede aportar la seguridad de emprender con un modelo de negocio cuya eficacia está comprobada. Así pues, abrir un negocio bajo el amparo de una marca ya consolidada inspira la confianza necesaria para tomar una decisión definitiva y comenzar a trabajar en ello. No obstante, es cierto que también hay otros factores que contribuyen a triunfar con un negocio franquiciado. El primero de ellos, y quizá uno de los más significativos, es la formación del franquiciado, sobre todo cuando se trata de modelos de negocio cuyo sector está relacionado con actividades especializadas. Otras cuestiones que también influyen son la edad y la experiencia. Por supuesto, ninguno de ellos son requisitos indispensables si se quiere acceder a una franquicia, pero sí cuentan con una serie de beneficios que pueden ser una ventaja en el futuro.
Conocimientos y formación
Algunos sectores de actividad requieren que sus profesionales sean personas cualificadas para ofrecer productos y, sobre todo, servicios de calidad, tanto desde el principio como posteriormente. En la mayoría de los casos, dichas capacidades y aptitudes solo se pueden adquirir a través de estudios orientados a formar futuros profesionales del sector.
Por ejemplo, los servicios que ofrecen el sector de la salud, tales como la óptica y la audiología, al igual que el sector dedicado al cuidado personal, como por ejemplo el fitness y el sector educativo en todas sus áreas, son precisamente aquellos en los que deben trabajar profesionales cualificados. De tal modo que los profesionales formados en estos campos siempre cuentan con un plus a la hora de abrir una franquicia que opera en sus sectores.
Es una ventaja también, más allá de la formación específica, tener conocimientos en todo lo que se refiere al mundo empresarial. Los negocios se mueven en múltiples áreas y muy diversas, que tienen relación con infinidad de materias. Para gestionar una empresa franquiciada es ideal contar con dos capacidades en concreto: habilidades de liderazgo y conocimientos empresariales. Hay que tener en cuenta que el franquiciado es, a fin de cuentas, el jefe de su negocio, así que es importante que sepa manejar equipos de personas, gestionar el tiempo, tomar decisiones con el criterio necesario y, también, delegar cuando la situación lo requiera, para lo cual es fundamental saber elegir a la persona adecuada para esa tarea.
En temas enfocados en la gestión empresarial, hay ciertos ámbitos para los que supone una ventaja tener determinados conocimientos. Para los empresarios y sus negocios, siempre es importante estar familiarizado con todo lo que tiene que ver con asuntos de liquidez, finanzas, contabilidad, creación y automatización de procesos, estrategias de diferenciación y capacidad de venta y captación de clientes.
Aunque todo ello es, sin lugar a dudas, un soporte de calidad para quienes abren su propio negocio, también cabe destacar que cuando se trata de una franquicia los emprendedores se liberan de la presión que todo ello implica. No solo en cuanto al tiempo y el esfuerzo que conlleva adquirir toda esa cantidad de conocimientos, sino también a la hora de aplicarlos.
Lejos de las suposiciones, es bastante habitual que los emprendedores quieran iniciar un proyecto para el cual no tienen nociones básicas en el ámbito empresarial, lo que les hace creer que sin esas capacidades su negocio no saldrá adelante. Afortunadamente, el sistema de trabajo con el que cuentan las franquicias ahorra al emprendedor todo este tipo de trámites. En primer lugar, hay que señalar que el principal punto fuerte que ofrecen las franquicias es la centralización de todas las tareas que tienen que ver con la gestión y la administración de la empresa, aportando el know how, asesoramiento y soporte necesarios. Y junto a ello, está también la formación, ya sea inicial o continua, que ponen a disposición de los franquiciados que abren su negocio en un sector totalmente nuevo para ellos.
Para franquicias como Énergie Fitness, contar con profesionales cualificados no siempre es esencial. Juan Francisco Ramírez, Franchise Sales Manager de Énergie Fitness Iberia, señala sobre este factor que “no es necesariamente importante. A partes iguales, lo que determina el futuro exitoso de un negocio es el “mix” en su dosis proporcional entre la marca y su know how, la ubicación y la gestión diaria del negocio”.
Edad y experiencia frente a actitud y responsabilidad
La experiencia y la trayectoria profesional añaden un grado de confianza al emprendedor y contar con estos factores contribuye a una adecuada gestión del negocio. El recorrido profesional de quien abre una franquicia, en determinados sectores, es un plus en términos de emprendimiento. De modo que es una característica que demuestra que se tiene capacidad, en primer lugar, de adaptación a nuevas situaciones, además de conocimientos para aplicar las herramientas necesarias y resolver problemas. Por otra parte, la experiencia dota al emprendedor de una especial habilidad a la hora de observar detalles en los que una persona ajena al negocio no se fija. Así, es capaz de analizar dichos detalles para extraer conclusiones y con ello ver oportunidades o detectar posibles amenazas. Esto implica que el empresario conoce de sobra el mercado y sabe cómo funciona. Finalmente, un emprendedor experimentado cuenta también con conocimientos en temas de negociación y entablar buenas relaciones con las personas adecuadas.
Sin embargo, la experiencia, aunque es ventajosa, no siempre es necesaria. Lo que hace a un emprendedor una persona ideal para abrir un negocio y dirigirlo es tener un propósito claro, con el que se sienta identificado y por el que esté dispuesto a trabajar cuanto sea necesario. La actitud ante las dificultades que pueda presentar abrir un negocio, incluso contando con la ayuda de la franquicia, es un requisito indispensable que facilitará la colaboración con marca para sacar el proyecto adelante y alcanzar el éxito.
Según añade Juan Francisco Ramírez “cualquier experiencia previa en el mundo empresarial o de los negocios puede representar una ventaja competitiva y un acelerador de las competencias específicas que proporciona Énergie Fitness dentro de su know-how, pero no es un factor definitivo ni limitante. La cualidad más importante que debe tener un franquiciado y que no se estudia en ninguna escuela de negocios es la actitud, así como la responsabilidad de llevar el negocio al nivel de excelencia”.
Por tanto, el trabajo mano a mano entre una franquicia implicada con el desarrollo profesional y personal de sus franquiciados y un emprendedor responsable que tenga motivación y pasión por lo que hace, son los únicos factores que marcarán la diferencia en el futuro del negocio, con el que ambas partes saldrán ganando.